Hay momentos en los que necesitas echar el freno, mirar a los lados y ver quiénes siguen realmente ahí. Sólo en ese instante sabrás a cuánta gente le importas. Después, vuelve a acelerar con la certeza de que, si aún estaban a tu lado, lo seguirán estando por mucho que corras a la velocidad de la luz y que, si hace falta, evitarán que te estampes contra los muros de hormigón que te presente la vida.
Mucha gente pasa por tu vida sin apenas detenerse, pero aquella que se queda a pesar de las dificultades es la que verdaderamente merece la pena...
(Dedicado a todos aquellos que estuvieron ahí y aún sigues estando, especialmente a Noelia Fernández)
Comentarios
Publicar un comentario