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Mostrando entradas de julio, 2012

25 gotas...

Quinta Parte Los ojos de Paula se humedecieron a causa de las lágrimas y de su boca salieron tres palabras: " papá está enfermo ". Carla no supo cómo reaccionar ante tal noticia, pero antes de que los nervios se apoderaran de ella, pensó que lo mejor sería subir a casa para que Paula le explicara exactamente cual era la situación. Una vez allí, Carla le ofreció a su hermana un té con limón, el cual ella aceptó sin pensárselo siquiera. Té en mano, se sentaron en el sofá de cuero negro del salón de la casa. Paula le explicó que su padre, tiempo atrás, empezó a tener problemas de memoria; olvidaba dónde había puesto las llaves del coche, no recordaba los números de teléfono importantes... y todo eso había ido empeorando poco a poco, hasta el punto en que ya no recordaba siquiera cual era su nombre o la calle en la que vivía. Al escuchar aquellas palabras, Carla sintió la necesidad de ir a ver a su padre a pesar de que llevaran sin hablarse mucho tiempo.

24 gotas...

Cuarta Parte Se quedó helada, de piedra. No podía creer lo que estaba viendo. Paula, su hermana, estaba allí, después de tantísimos años. Se giró y sus miradas se encontraron. Ninguna supo qué decir. Había cambiado tanto... Su pelo, antes largo y caoba, era ahora corto y negro azabache. Sus pequeños ojos habían dejado de transmitir seguridad. Se había vuelto frágil. Al fin tuvo el valor de hablarle. Le preguntó que qué había venido a hacer aquí, ya que en todos los años que habían pasado desde que Carla se fue de casa, nunca había ido a visitarla, ni siquiera se había acercado a la zona donde vivía. Ni una triste llamada en todo ese tiempo.